viernes, 12 de febrero de 2010

El Fandi indulta un gran toro de La Ahumada

MUNDOTORO

Mérida (Venezuela). David Fandila El Fandi ha salido en hombros en el segundo festejo de la Feria de El Sol de Mérida, un espectáculo brillante merced a una gran corrida de toros de La Ahumada, cuyo quinto astado fue indultado por el granadino como premio a su bravura y movilidad. Lejos del triunfalismo, el festejo pudo ser aún más exitoso, pues el presidente no concedió más orejas porque no quiso. Antonio Barrera por ejemplo anduvo a un gran nivel con el primer toro del que sólo le otorgaron una oreja mientras el nacional Leonardo Rivera pasaportó con sus limitados recursos un lote de lío gordo.

El Fandi se llevó la tarde desde que se abrió de capa en el burraco segundo. El granadino conectó pronto con un público joven que casi lleno el coso -Mérida es ciudad universitaria- y que no se desenchufó durante toda la lidia. Del tercio de banderillas sobresalió el último par en el que acabó jugando con el toro para en el último tercio sobresalir manejando la zurda, el mejor pitón de un toro más noble que enclasado. En el quinto llegaría la apoteosis con un vistoso quite por chicuelinas y tafalleras seguido de un tercio de banderillas de traca en el que aprovechó la gran movilidad del toro. El último par, saliendo del embroque al modo y manera del añorado Miguelín, puso al público en pie.

Con la muleta, Fandi le esperó de rodillas en los medios dejándoselo venir de lejos y aprovechó su movilidad, prontitud, fijeza y bravura en varias series por abajo con la mano zurda. Una serie más cerrada en tablas con la derecha acabó en desarme pero, de nuevo en los medios, la faena remontó para ya no decaer más, pues el público pidió el indulto para este bravo ejemplar de la divisa colombiana, cuyo padre era hermano del célebre Bienvenido, indultado por Ponce en Murcia el año 92.

Barrera también debió salir en hombros pues tuvo mucha entidad la faena al jabonero que abrió plaza, un buen toro al que el sevillano sometió en series con la mano derecha ligadas por abajo. La tardanza del toro en doblar después de unas ovacionadas manoletinas dejaron el premio en un sólo trofeo. El colorado cuarto se rajó después de tres series por abajo que le hicieron pupa. Muletazos largos y asentados de Barrera que inició el trasteo con un pase cambiado por la espalda y concluyó con muletazos de recurso cuando el toro se aplomó. Menos inspirado anduvo el nacional Leonardo Rivera con un lote de cante grande. No se terminó de confiar con el jabonero tercero y muleteó con más voluntad que resultado al sexto, el más definido y claro de todos.

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